¿Qué se requiere?

meditando Reconocer un llamado de Dios a serlo, ser invitado por Él a ser compañero de Jesús y compañero de otros jesuitas. Es importante que tu deseo esté sostenido por una experiencia de Dios y movido por un deseo auténtico de amar y servir a los demás, colaborando en la construcción su Reino.
Tener cualidades humanas y espirituales para vivir el carisma de la Compañía de Jesús. Querer consagrar tu vida mediante una vida en pobreza, castidad y obediencia, para En Todo Amar y Servir.
Querer pertenecer a una comunidad concreta y apostólica esparcida por el mundo para prestar cualquier servicio en la Iglesia que contribuya a la mayor gloria de Dios y al bien más universal.

Algunas pautas para reconocer tu llamado

Sientes el deseo de ser jesuita y decides ponerte en camino (utilizar los medios físicos y espirituales disponibles) para descubrir (discernir) si eso que sientes es lo mismo que Dios quiere para tí.
Deseas experimentar un crecimiento permanente. Ser jesuita es ser un hombre en misión. En el fondo, nuestro carisma se basa en la disponibilidad, es decir, en estar dispuesto a ir allí donde haya mayor necesidad, para mayor gloria de Dios.(1)
Deseas vivir en una comunidad que te aporte alegría y te desafíe. Desde el principio, San Ignacio quiso que viviéramos esta vida como compañeros, como amigos en el Señor. No hay duda de que vivir en comunidad puede ser a veces un reto, pero también es un lugar privilegiado donde experimentar amor y alegría.(1)
Amas a Jesús y quieres ser su compañero. Esta es la razón principal para hacerse jesuita. Jesucristo nos llama a cada uno por nuestro nombre, y a través de los Ejercicios Espirituales cada jesuita forma una amistad profunda y personal con Él. (1)

(1) P. Andrew Laguna SJ. 6 razones para hacerse jesuita.